jueves, 18 de noviembre de 2010

Cadáver exquisito dos

Caer está permitido; levantarse es obligatorio.
Nuestra  vida es como un cuento: cada página es un día vivido pero no todo es fantasía.
Di lo que sientas; has lo que piensas; da lo que tengas y no te arrepientas.
A veces una sonrisa es como una gota de agua en medio del desierto.
Del cielo cayó un pintor para pintar tu hermosura
y al ver que eras un bicho tan feo
se le hizo agua la pintura...
Una lágrima nunca te debería caer
y si eso sucede
ahí yo estaré.
Un bombón te endulza el momento,
dos bombones te endulzan el día,
pero decime si un bombón como yo
no te endulza la vida...


martes, 16 de noviembre de 2010

Cadáver exquisito uno

lo lindo de la vida es soñar...
el cielo siempre es azul.
rie y el mundo reirá contigo;
llora y llorarás sola...
persevera y triunfarás.
el amor sana las heridas mejor que el tiempo.
la casualidad hace que la vida sea un juego.
ama a quien te ama y
no a quien te ilusiona.
seamos protagonistas de nuestras vidas 
y de los cambios necesarios para construir entre todxs
una vida más justa, solidaria y feliz!
el sol sale de día; la luna, de noche 
y cuando vos salís 
todos se esconden...

sábado, 13 de noviembre de 2010

Cecilia Olguín en el Ipem
























Nos visitó la poeta social cordobesa contemporánea Cecilia Olguín e hicimos junto a ella un tallercito de poesía en el aula. 
Pensamos y charlamos acerca de nuestros sentimientos, deseos, inquietudes, broncas... y sobre aquellas palabras que nos identifican, que hablan de nosotr@s, nos defienen, inquietan y nos movilizan... 
Gracias Cecilia por tu visita y compartimos tres de sus poemas con los que trabajamos en clase.

“Vamos a acabar con todos los zurdos”

Muchas veces
la gente que mira pasar la marcha escupe:
“dejen trabajar a la gente”
“vagos, vayan a laburar"

Por lo mismo que unos se quejan en la vereda
en el asfalto le ponen el cuerpo a la queja
y al que marcha le descuentan los días de paro
cuando el otro también cobra el aumento de salario.

 Hace no muchos días
en la fábrica Volkswagen,
a un caballero de profesión obrero,
y responsabilidad delegado del sindicato Smata
cuando repartía un volante
unos traidores a su gente, cabrones,
del mismo basural que su secretario general
lo cagaron a trompadas
en la fábrica Smata
del sindicato Volkswagen.

Los gordos del sindicato
mantienen el orden a patadas
junto a la fábrica que los explota.
Los de arriba agradecidos
nada mejor que mantener un remanso obrero
para los intereses guberpatronales.
 Los millones de los burócratas sindicales
están sucios de hambre y sangre laburante.

Esas frases “zurdo de mierda”,
“vagos, vayan a laburar”
“a todos los choros hay que matarlos”
"no hay que confundir libertad con libertinaje"
son parte de lo mismo.
Ojo, vos que sos tan progresista, democrático
tan alternativo copado
o cultural y popular
no vayas a ser vos
indignado por que te cortan la calle

tan parecido a los gordos sindicales
una célula del dedo
de la mano
que da el golpe.
  
Humildes Palabras  

A Samuel.

Que amamos cualquier vida
o lloramos cualquier muerte
éso, es mentira:
la sangre es parte de los partos
se llama justicia la violencia del obrero.
No lloramos, compañero, a un genocida
a un traidor, a un explotador que por fin muere.
(ojalá matado).
Por eso, compañerito que te fuiste,
sí llora Córdoba tu triste ausencia.
Postrer homenaje, compañero:
el cielo fusila ante tu muerte.


inseguridad

quiero vivir tranquilo
para mi y los que quiero busco un bienestar,
cierro mi cerrojo de ojos individual
que cada uno se las arregle como pueda

pero cuando toque robo
por que cada uno se las arregla como puede
contra el hambre, la miseria y la exclusión
incoherente el bovino del sistema mugirá
¡mmmmano dura!
¡pena de muerte! ¡cuánta inseguridad!

aunque intentes borrar su cuerpo prójimo
indiferente vaquita del sistema:
no te asalta un tipo
te asalta una situación.


 


sábado, 23 de octubre de 2010

¿Por qué?


Por qué la inclinación del corazón del hombre es mala desde la juventud.
Por qué es más fácil juzgar que aceptar al otro/a tal como es.
Por qué la vida siempre nos parece más un castigo que un regalo.
Por qué le echamos la culpa a la vida de todos nuestros errores cuando nosotros somos los causantes de ellos.
Por qué lo amargo nunca nos sabe a miel.
Por qué la gente quiere, sabe lastimar.
Por qué un castigo siempre es merecido.

¡Ah! ¿Por qué?
Yo les diré por qué:
Porque pertenecemos a una especie ciega y egoísta.
Y porque somos simplemente humanos y fallamos.
Y porque esa falla nos puede llegar y costar la vida.
Por eso, la vida nos parece siempre más un castigo que un regalo. 
Autor: Esteban O'Higgins

Mi sueño… mi realidad


Cuando cierro mis ojos,
Al soñar estoy en mi realidad.
Pero cuando los abro,
Mi realidad se vuelve mi tormento.

Entonces, me encierro
Y me debato
En un mundo
Sin sentido.

Queriendo alcanzar
Mi estado real
Siento que poco a poco
Me convierto en un reo más
En esta burbuja denominada realidad.

Es entonces cuando mi miedo
Se empieza a manifestar.
Pero cuando cierro mis ojos
Todo eso desparece.

Ese temor a la violencia, a la muerte
Se esfuma en el viento.
En mi mundo que me invento
Donde todo puede durar,
Yo puedo descansar
Y al fin soñar
Dentro de mi universo
Que me creo de infinita paz
Para escapar de esta
Idiota y repugnante realidad.
Autor: Esteban O'Higgins

Lo que hoy soy y lo que no


Hoy tan solo soy un reflejo
De lo que no quiero ver
Y no soy más
Lo que quería ver.

Soy ese responsable, poco sabio
E inteligente en que me querían convertir
Y dejé de ser ese joven inmaduro,
Divertido y alegre.

Hoy soy esta triste, callada y
Patética persona y dejé de ser
Ese soñador, aventurero y astuto
Niño que supe ser.

Hoy no soy más que lo que todos
Deseamos ver.

Pero hoy me di cuenta
De que todo lo que somos
Es el resultado de lo que hemos pasado.

Autor: Esteban O'Higgins

El perdón a la vida


Es apagar ese dolor que la vida nos da,
Es pedir perdón.
Pero qué es el perdón.
Es encontrar nuestra propia voz,
Es salirse del camino
Para desviarse a uno mismo.
Muchos de nosotros pedimos y damos
El perdón.
A veces sin sentirlo
Pero muchas otras veces lo sentimos tanto que el alma
Se llena de paz
Y el corazón se desahoga.

Para poder perdonar se detiene el tiempo,
Se para la vida frente a uno
Y trae los más feos recuerdos.
Pero otras veces no podemos perdonar
Y respondemos “No somos Dios para perdonar”.
Nos negamos el perdón a la vida.
Nos negamos nuestro propio perdón
Y preferimos seguir cargando con la culpa y el dolor
Sin darnos cuenta que no son más
que un ancla que nos hunde
a un cruel y frío abismo.
Pero otras veces nos quedamos callados
Ante el sonido del perdón
Tal vez por estar cansados de escuchar
Las mismas respuestas que les dieron a nuestras preguntas.
Por ese motivo
Hoy soy yo el que perdona
Y pide perdón,
El perdón a la vida.
Autor: Esteban O'Higgins